Justo en el tan cacareado Día Internacional Contra la Violencia de Género, las femicerdas hindúes golpean y humillan públicamente a los usuarios varones del metro:
Este tipo de discriminaciones y humillaciones no se veían desde la década de los 30's - 40's en las que los niños judíos que osaban entrar en los jardines exclusivos para niños arios eran públicamente humillados, y sus padres, encarcelados por permitirles entrar a ellos.
Definitivamente, el verdadero problema social es la violencia que la mujer ejerce, no la que ella sufre.
Ahora en la India
Usemos el término 'femicerdas'
La palabra machismo no existía en el diccionario hace 50 años. Algunas universitarias de clase alta involucradas en los por entonces de moda partidos de ultra-izquierda que por los años 60 pululaban por la universidad española, la adoptaron de las feministas norteamericanas. La palabra hace alusión a la parte animal del hombre como única realidad del género masculino, negándole expresamente todo valor moral o espiritual por el simple hecho de ser hombre. Un insulto en toda regla. Las feministas americanas adoptaron esta palabra además, como un insulto racista, pues señalaba a los jornaleros mexicanos que trabajaban en las peores condiciones en las plantaciones agrícolas de los Estados Unidos. "Macho" era una palabra extranjera, identificativa de los latinos, animales de brega y fuerza de trabajo sin alma; esclavos, sucios, feos, bajitos y malolientes, en contraste con la clase culta, adinerada, sajona, perfumada, femenina y blanca que componía el grueso del incipiente movimiento feminista que por entonces financiaba la Fundación Ford.
Fuente.
Así las cosas, de ahora en adelante este blog adoptará el neologismo "femicerdas" propuesto por Guillermo Tell en sustitución de "feminazis", "cerdas feministas" y "hembristas", y propongo a los lectores que también adopten este término.
Ahora en Argentina
Hace unos días, en Argentina, la diputada Graciela Camaño, presidenta de Asuntos Constitucionales abofeteó impunemente al diputado Carlos Kunkel durante una discusión donde se trataban las denuncias sobre presiones oficiales para apoyar el Presupuesto Nacional 2011.
¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar a estas femicerdas?
En una sociedad civilizada como la argentina, no debería quedar impune esta agresión. De la misma manera en que el diputado Kunkel hubiera sido castigado si él la hubiera abofetedo a ella, así debe ser procesada esta diputadeta de baja estofa. Basta ya de violencia de género femenina.