Padres excelentes

Columna Exclusivo para hombres, de Yazmín Alessandrini, 17 junio 2009.

Día de asueto, flores, desayunos, besos, abrazos y las tradicionales mañanitas son parte de lo incluido en la celebración del día de las madres, donde no entra un alfiler en los restaurantes y no se diga en los centros comerciales donde el consumismo transforma cualquier 10 de mayo en un verdadero caos vial. Madres solteras y casadas son, cada año, apapachadas y consentidas por su pareja e hijos y hasta por demás familiares y conocidos, pero... ¿qué tiene de especial el tercer domingo de junio? El día del padre hace su aparición y en esta ocasión deseo extender una sincera felicitación a un segmento especial de padres, quienes han sido privados de ver crecer a sus hijos, pero que a la par se les exige el ser proveedores de educación, comida y vestido, corriendo poca suerte gracias al frío dictamen de un juez que le decidió permitirle convivir con ellos a lo mucho un par de días a la quincena.

También a aquellos papás que conocen el infortunio de haber perdido un hijo o una esposa, y que a pesar de no encontrar más motivación en la vida, siguen adelante, dando el mejor esfuerzo en memoria del ser amado del que solo queda su recuerdo y por quien es capaz de superar cualquier reto, contra todo presagio. Incluyo a todos aquellos que tienen la gran fortuna de contar con una hermosa familia, porque han sabido ser padres jugando a la vez el papel del mejor amigo y confidente, sí, de esos pocos amigos en los cuales se puede confiar plenamente y que se han convertido en los autores de una familia integral. Un gran abrazo a todos aquellos que de la manera más eficaz juegan el rol de padre - madre; estos fantásticos padres se hacen cargo de cubrir las necesidades del hogar, así como de mantener la casa limpia como espejo y de elaborar los más deliciosos platillos, sin dejar atrás el encuentro con la lavadora de ropa y la fibra para platos. Ellos han dejado atrás prejuicios tontos, y a la falta de madre, enfrentan estoicamente a los compañeros de oficina al ser catalogados de "mandilones" contestando con orgullo ¡sí lo soy!... ¿Y qué? A ellos los podrá encontrar en horas pico haciendo compras en el supermercado y seguramente llevarán en el carrito de super a su hijo recién salido de la escuela, quien los presiona en cuanto al menú que este artista del patern - matern dispone a preparar en unos cuantos minutos. En fin, a todos esos versátiles y maravillosos seres humanos, de nuevo mis felicitaciones y un especial y fuerte abrazo.