Nunca le hable de sus relaciones anteriores aunque lo hostigue

Columna Exclusivo para hombres, de Yazmín Alessandrini, 06-may-2009.

Nunca le hable a su nueva pareja, sobre sus relaciones anteriores y menos de la más reciente; las mujeres son muy dadas a hacer preguntas perversas como: ¿te enamoraste mucho de ella?, ¿te hacía maravillas en el amor?, ¿todavía la quieres? A lo que él responde... Bueno... no la amo, pero la quiero porque es la madre de mis hijos. Otras preguntas: ¿con cuántas te has acostado?, ¿qué les regalabas?, ¿eras muy dadivoso con ellas?, ¿eran guapas?, ¿tenían buen cuerpo?, ¿qué te gustaba de ellas?

¡Pero, sobre todo, NUNCA diga que usted la quería a ella más que a usted! NUNCA, tampoco en el caso de estar casado y quizá a punto de divorciarse, le diga si duermen o no juntos y MENOS si todavía tienen relaciones sexuales.

En fin, no caiga en este juego peligroso, porque todo lo que diga será usado en su contra por el resto de su relación. Las mujeres ni los hombres están preparados para escuchar estas cosas y se las van a cantar toda la vida.

Así que cuando inicie una relación, impónganse ambos, como reglas, no hablar NUNCA de sus ex, pero cúmplanlo, porque las mujeres son muy hábiles para irle sacando información. No caiga en este juego que puede ser mortal para su relación; se lo digo en serio, créame que se volverá un infierno de reclamos como: ¿ella te hacía el amor mejor que yo?, ¿por qué conmigo no viajas?, ¿por qué conmigo no eres atento y regalador?, ¡a ella sí la llevabas a mejores restaurantes!, ¿me quieres tanto como a ella?

Total... una serie de tonterías que darán al traste con su nueva relación, y peor si decide formalizar con ella y casarse o vivir juntos.

¡Lo que pasa en la vida y en el corazón de usted, ahí se queda! Es suyo y de nadie más, ni siquiera a la más íntima amiga podrá confesar sus amores pasados. Es probable que ella, en algún momento de su vida, pueda convertirse en algo más que su simple confidente. ¡Sí! mucho cuidado, y le repito, todo lo que diga o confiese, tarde o temprano ¡será usado en su contra!

Lleve la fiesta en paz, téngale confianza, cuéntele capítulos agradables de su vida, haláguela cada vez que pueda, pero frene a fondo cuando de su interior sienta las ganas imperantes de develar algún pasaje que para usted es o fue muy importante pero que seguramente a ella solo le servirá de base para comparar.