Cómo saber si mi esposa me engaña

Columna Exclusivo para hombres, de Yazmín Alessandrini (21-ene-09).

Queridos lectores, en vista de que mi pasada columna ¡Casados infieles! les congeló el corazón y el alma a muchos, ahora unos quieren saber si fueron, o son engañados, a otros les aterroriza descubrirlo y aceptar la realidad, y también hay a quienes les da coraje imaginar que están pasando por eso y no se han dado cuenta.

Miren, esto es para que saquen las antenitas y se vayan preparando. Lo primero que les voy a mostrar son las señales que ellas mandan y que son por demás clarísimas, aunque, en verdad, que ustedes ni cuenta se dan...

1. Ya no quieren sexo.
2. No lo besan, apapachan ni abrazan.
3. No les gusta acompañarlos a ningún lado, ni por razones sociales ni de trabajo y ni por lo del desayuno del domingo.
4. Están distraídas y meditabundas... pero contentas.
5. Si usted se le acerca y la toca, la pone de mal humor.
6. Si le pregunta: "¿Qué te pasa, ya no me amas?", enfurecen.
7. Lo que anteriormente le parecía gracioso a ella de usted, ahora lo detesta.
8. Nada de lo que usted haga será visto cion buenos ojos.

Total, está con usted de mírame y no me toques. ¡Ah, pero eso sí!, pasa poco tiempo en casa, sale mucho con sus "amigas". Curiosamente tiene una nueva "amiga" cuando usted le pregunta el porqué de su llegada tarde. No suelta el celular ni a sol ni a sombra y seguramente no habrá mensajes en el mismo, dado que procura no dejar evidencias peligrosas. Su arreglo personal ha mejorado en las últimas semanas, cuida su alimentación, y de pilón, emprende una rutina de ejercicios... ¡cosa que nunca antes le había interesado!

Si le da miedo investigar, ponga la mente clara, guarde usted también su distancia, vuélvase frío, no se afane en encontrar respuesta, jamás le pregunte si es infiel y mucho menos lo haga a cada rato. No trate de ser correspondido con besos o frases amorosas, evite ser meloso; cuando una mujer ha dejado de amar a su pareja, lo peor es pretender obligarla a decir que lo quiere.

La realidad es muy clara y tal vez dolorosa... el amor ya se apagó y no forzosamente se debe a que exista otra relación, sino que quizás las expectativas han cambiado y usted no sea quien las llene.

Haga un examen de conciencia y tal vez encontrará que antes de que ella cambiara, usted fue quien, con su comportamiento, dio la pauta a la actual situación.

Quizá dejó de buscar esos momentos secretos, olvidó los detalles que mantienen vivo el amor o simplemente dejó de arreglarse para ella. En fin, tarde o no, pregúntele si aún está a tiempo de reconquistarla, y de ser afirmativa la respuesta está por demás decirle lo que tiene que hacer.
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