Mujeres o... ¿piratas modernas?

Columna Exclusivo para hombres, de Yazmín Alessandrini, 15-jul-09.

¿De mujeres a modernas piratas? Sí, amigo lector, tal parece que en este mundo de constante desarrollo tecnológico, aún quedan vestigios de aquéllos osados y hábiles corsarios que con el más preciso cálculo, abordaban sigilosamente el galeón enemigo, tomando todo cuanto tenían a su alcance, incluyendo joyas, comida, armas y hasta las mismas mujeres de convertían en presa de estos personajes que ahora reencarnan en el espíritu de algunas féminas que, cegadas por el sentimiento de revancha, despojan de toda dignidad al secuestrar a los hijos, dejando en la calle y sin tener a dónde ir al marido, decidido a comenzar una nueva vida. Y literalmente me refiero a no tener dónde ir, dado que su cínica mujer le desapareció su guardarropa y, de pilón, sustrajo todos sus documentos personales, o sea... lo dejó como un auténtico desconocido, sin licencia, sin cartilla, sin actas de nacimiento, etc...

¿Cuándo o cómo responden las autoridades a las denuncias de esta naturaleza, existiendo casos en los que el padre es privado de convivir con sus hijos hasta por más de cinco años? ¿Qué puede sentir un ser humano al saber que su hijo, ahora con más edad, se niega a reunirse con él, puesto que la madre se ha encargado de hacer parecer al padre como un patán irresponsable y falto de cariño? ¡pregunto! ¿Quién reparará este daño? ¿Quién sanará las heridas infundadas en los corazones de los pequeños que repudian saber o escuchar temas referentes a una imagen paterna?

¿Existirá en estas mujeres algún dejo de remordimiento, al darse cuenta del daño causado por su ciega voracidad de venganza?

Bien dicho el título de un artículo anterior "Nadie sabe con quién se casa, hasta que se divorcia" y, en realidad, al existir tal situación, es cuando los infortunados maridos se dan cuenta de la verdadera faz de la mujer que alguna vez escogió como la madre de sus hijos.

Entonces, mis queridos amigos, tengan cuidado si es que pasan por una situación así; protejan sus cuentas bancarias, guarden sus documentos en un lugar seguro, hagan un archivo con todos los comprobantes que involucren gastos hacia los hijos, comida, ropa, diversión, ¡todo puede ser usado en su favor! Capture imagenes de los momentos en que comparten felicidad y, sobre todo, no pierdan el diálogo con sus hijos pensando que después habrá tiempo de platicar con ellos, ¡puede que ese tiempo llegue demasiado tarde!

Quizá suenen fríos y faltos de delicadeza los consejos anteriores, pero bien propone el dicho... "si ves a tu vecino sus barbas cortar, pon la tuya a remojar".

¡Por cierto!, un reconocimiento a todas aquellas mujeres que se portan como tales y actúan con justicia ante un evento tan devastador, como lo es una separación, buscando quedar como las mejores amigas de sus ex-maridos, y salvaguardando en lo mejor posible el estado emocional de los hijos.