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El masculinicidio a través de la historia

El masculinicidio (o androcidio según algunos autores) es el asesinato sistemático y selectivo de hombres por diversas causas, principalmente culturales. El masculinicidio ocurre normalmente durante una guerra para reducir el número de reservas potenciales de un ejército enemigo. Cuando ello ocurre, el Ejército afectado se ve obligado a reclutar a hombres cada vez más jóvenes e incluso a niños desde los 8 años, como ocurió por ejemplo en la Guerra Civil salvadoreña (véase la película Voces Inocentes, de Luis Mandoki). Una de las características del masculinicidio (que lo distinguen del feminicidio) es la peculiar dificultad de ubicar los casos en los libros de historia ya que los investigadores prácticamente nunca ponen de relieve la condición de hombres de las víctimas. Ello, por supuesto, no significa que sean menos frecuentes que los casos de feminicidio ni mucho menos que no existan. Sí significa, en cambio, que hay que hacer un análisis más exhaustivo de la información disponible y hacer "cruces de información" entre diferentes fuentes.

4 ago 2011: Integrantes del Cártel del Golfo colgaron a dos jóvenes, vivos aún,  para luego comenzar a dispararles cual tiro al blanco. No harían lo mismo con dos mujeres.
Época antigua

El masculinicidio era una práctica común en la antigüedad. En la mitología griega encontramos por ejemplo la célebre toma de Mileto, antigua ciudad griega de la costa occidental de Anatolia (en la actual provincia de Aydın de Turquía), alrededor del siglo IX A.C. Bajo el mando de Neleo, los colonos griegos de Phylos masacraron a todos los hombres de la ciudad, y fundaron la suya propia casándose con las viudas (1, 2).

Otro ejemplo es la historia de Numitor y Amulio, hijos de Eneas. Al ser Numitor el hijo mayor y por lo tanto heredero natural al trono, Amulio procedió a desterrerarlo y a matar a todos sus sobrinos con excepción de la única mujer: Rea Silva, quien posteriormente daría a luz a los gemelos Rómulo y Remo, fundadores de Roma. Véanse también los casos de Pelias, Edipo y el de Eteocles y Polinices.

La Biblia narra algunos masculinicidios, entre los que destaca la famosa Matanza de los Santos Inocentes, que todavía hoy conmemoran los católicos cada 28 de diciembre, bajo el nombre de Día de los Santos Inocentes. De acuerdo con Biblia, el Rey de Judea, Herodes, ordenó la matanza de todos los niños varones menores de dos años nacidos en Judea (Belén) con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazareth. Durante la Edad Media esta celebración cambió drásticamente, pues los monaguillos de la época comenzaron a celebrar este día con bromas y juegos. Otro masculinicidio colectivo es el conocido como "la venganza de Dina", descrita en el libro Génesis. Tras ser violada por un príncipe de Canaán, los hermanos de Dina, Simeon y Levi, ejecutaron a todos los hombres del pueblo en represalia.

Tulia pasa su carro sobre su padre Servio Tulio
A lo largo de la historia los masculinicidios por poder han sido una constante, aún al interior de las familias. Numerosos príncipes asesinaron a sus padres o hermanos varones para asegurarse el trono. Incluso algunos reyes asesinaron a sus hijos con idéntico objetivo. Para muestra, un par de botones: la pricesa Tulia asesinó a su padre Servio Tulio, Rey de Roma, a fin de que su segundo esposo (Tarquino) se convirtiera en el séptimo rey romano (1, 2); previamente asesinó a su primer esposo por no querer conspirar contra Servio. Por su parte, Pedro El Grande asesinó a su hermanastro Iván IV para tomar el poder, y a su hijo Alexei para conservarlo, tras acusarlo de traidor.

Por otra parte, las leyes de guerra antiguas autorizaban a ahorcar, degollar o mutilar a los hombres válidos de una ciudad tomada por asalto y a vender a las mujeres y los niños (link).

Otra categoría de androcidio es la representada por los duelos de honor y las batallas de gladiadores de los juegos públicos de la antigua Roma, de las que el objetivo primordial no era el poder, sino otro bien distinto. En el caso del duelo, constituía un método práctico para neutralizar a un rival personal o político varón. Si se encontraba en juego el honor de la persona, la respuesta era inmediata: se arrojaba el guante y sólo había que concertar fecha y hora, escoger el terreno y las armas, y nombrar a los padrinos. La infidelidad o las ofensas a alguna mujer de la familia eran causa de un porcentaje importante de los duelos (Revista Relatos e Historias en México, México).

Por su parte, las batallas de gladiadores tenían como fin divertir a la plebe romana. Hombres obligados a matarse entre sí para que otros pudieran entretenerse. Destaca el caso del Emperador Trajano quien, de vuelta de su expedición al Danubio, hizo que, en los 123 días de las fiestas organizadas, combatieran once mil gladiadores, once mil hombres.

Para finalizar, tomemos el caso de los caspios, quienes tenían por costumbre matar a sus hombres al llegar a los 60 años de edad.

El Titanic

Es de sobra conocido el hecho de que los hombres que iban a bordo de este barco intentaron voluntariamente poner a salvo a las mujeres y niños a costa de sus propias vidas. Bien, esto no es del todo cierto. Muchos hombres intentaron abordar los botes salvavidas, pero fueron obligados, por el solo hecho de ser hombres, a permanecer en la embarcación. Además, pocos saben que los botes salvavidas, tras haberse alejado del barco, todavía contaban con cientos de lugares disponibles, pero ninguno de ellos, excepto uno, regresó a recoger más sobrevivientes cuando el barco terminó de hundirse -y ya demasiado tarde,  pues solo rescató a seis personas más. Pocas fueron las mujeres que permanecieron con su marido hasta el final, como la esposa de Isador Strauss.


LA GUERRA
La guerra es el masculinicidio por antonomasia. Independientemente de que la vasta mayoría de soldados que mueren son hombres (la Segunda Guerra Mundial acabó con el 10% de la población masculina francesa), existen numerosos casos de masculinicidios contra la población civil. Veamos los siguientes ejemplos:
  • La masacre de intelectuales en la Guerra de Liberación de Bangladesh (1971), durante la cual el ejército Pakistaní llevó a cabo una ejecución sistemática de líderes intelectuales varones, segando la vida de 991 profesores, 13 periodistas, 49 doctores, 42 abogados y otros 16 indeterminados (link).
  • La Campaña Al-Anfal de Saddam Hussein durante la guerra Iran- Irak. La población civil capturada era transportada a determinados albergues y, una vez ahí, todos los hombres de entre 15 y 70 años eran separados de las mujeres, niños y ancianos para ser ejecutados sumariamente (link).
  • Los prisioneros de Guerra Soviéticos. En apenas ocho meses de 1941-42, la armada alemana mató un estimado de 2.8 a 3.5 millones de prisioneros de guerra (que no de soldados) soviéticos varones. 14,500 al día. Uno de los peores masculinicidios masivos de la historia.
  • El genocidio de Rwanda (1994). "Durante la guerra de 1994, fueron principalmente hombres los que perdieron la vida (...) Esta selección de hombres no estuvo limitada a los adultos: los niños fueron igualmente diezmados, aumentando las posibilidades de que el desbalance demográfico continuara por generaciones". States of Conflict: Gender, Violence and Resistance, p. 73. 2000. En el Museo Memoria y Tolerancia (México) se pueden apreciar exclusivamente hombres asesinados en la galería fotográfica dedicada a este genocidio.
  • La limpieza étnica de Sbrenica (1995). "El número exacto de ejecutados (...) entre 7,000 y 10,000. Antes de que la masacre comenzase, mujeres, niños y ancianos fueron hacinados en instalaciones de la ONU en Potocari. Los hombres jóvenes eligieron arriesgarse vadeando por los bosques (...). Fueron asesinados en los bosques, y los que regresaron a Potocari perecieron en la masacre." Stories from No Land: The Women of Srebrenica Speak Out, p. 187. En Potocari también se quedaron 1,700 hombres adultos. Cuando las fuerzas de ocupación serbias arribaron, exigieron a los "cascos azules" separar a estos del resto y entregárselos, lo que obedecieron dócilmente. Las mujeres y niños fueron llevados a un lugar seguro en Tuzla, mientras que los hombres fueron ejecutados en el gimansio de una escuela en Bratunac y en un campo de fútbol en Nova Kasaba.

Los cárteles del narcotráfico

No pocas veces los masculinicidios vienen precedidos de tortura, como en el caso de los cárteles del narcotráfico, principales masculinicidas actuales. Una de las principales leyes no escritas de estos grupos reza "no mujeres, no niños", ergo: "solo hombres". La razón es muy sencilla: matar a una mujer es visto por estos grupos criminales como una muestra de cobardía, mientras que el asesinar a hombres es todo lo contrario, es afirmar "Somos valientes, no les tenemos miedo, no nos detendremos por nada". Se sabe que en ocasiones llegan a separar a las mujeres de los hombres antes de ejecutar solo a estos últimos; de modo que, además de asesinos, son misándricos. Masculinicidas. En los contados casos en que llegan a torturar a una mujer, nunca lo hacen de manera tan salvaje como con los hombres. La organización criminal italiana Cosa Nostra tiene entre sus "reglas internas" el evitar matar inocentes, "especialmente mujeres y niños" (La Historia del Crimen Organizado, Agustín Celís Sánchez, Ed. LIBSA, p. 15); como si un hombre inocente valiera menos que una mujer inocente.


Por negligencia

Muchos androcidios ocurren por negligencia, como en el terrible desastre minero de Pasta de Conchos (Coahuila, México) que costó la vida a 65 mineros que murieron sepultados al derrumbarse la mayor parte de la mina. La Comisión especial de la Cámara de Diputados que investigó el percance concluyó que la explosión se debió a la "negligencia y omisión" de Industrial Minera México (IMMSA) y Grupo México.
Varias dependencias del gobierno fueron declaradas penalmente responsables y muchos legisladores propusieron la tipificación del homicidio industrial. Considerando que IMSSA (y todas las demás mineras) solo contrata a hombres para la explotación de minas (algo con lo que las feministas parecen estar muy a gusto), podemos afirmar que estos hombres murieron en razón de su género. Algo parecido al "incendio de la fábrica de textiles Cotton, donde 142 mujeres perecieron asfixiadas mientras fabricaban telas de color lila (¿o vestían uniformes de color lila?) el 8 de marzo de 1910". Con la diferencia de que de este incendio no existe absolutamente ninguna fuente hemerográfica confiable que demuestre que haya en verdad ocurrido. (Oh, ¿no lo sabías? Cuánto lo siento).

La pena de muerte

Junto con los trabajos forzados, la pena de muerte es la "institución" (por llamarla de algún modo) que menor equidad de género muestra al acabar con vidas humanas. Se puede afirmar con total seguridad que los hombres constituyen de 95 a 99% de las personas ejecutadas por los estados, en todas las culturas y en todas las épocas. Y esta proporción vale lo mismo para los ejecutados tanto por las razones graves (traición, genocidio) como por las triviales (robar pan, no pasar lista). Este desbalance es incluso mayor que el que ejercen los cárteles del narcotráfico, los cuales ejecutan a un 10% de mujeres. Lo más lamentable de todo ello es que los gobiernos paracen promover este monopolio masculino en las ejecuciones, ya que las cifras oficiales muestran una mayor proporción de hombres que aquellas dadas a conocer de manera extraoficial.


Aileen Wournos, el monstruo

Aileen Carol Wournos fue una asesina en serie condenada a muerte por el estado de Florida (EU) en 1992 que admitió haber matado a siete hombres en incidentes separados; como era de esperarse, afirmó que todos ellos la violaron (o intentaron hacerlo) mientras trabajaba como prostituta, así que los asesinó en defensa propia. Algo poco creíble, ya que durante toda su vida se le relacionó con diversos crímenes, como robo a mano armada, robo de automóvil, manejar en estado de ebriedad, disparar desde un automóvil, pasar cheques sin fondos, resistencia a la autoridad, entre otros.
En 1989 convenció a su amante Tyria Moore de que era necesario "vengarse de los hombres por todo lo que les habían hecho" (!). Ese mismo año cometió el primero de sus asesinatos, en contra de Richard Mallory. El resto de sus víctimas fueron: David Spears, Charles Carskaddon, Peter Siems, Troy Burress, Dick Humphreys y Walter Jeno Antonio, todos en 1990. En 2003 su historia fue llevada a la pantalla grande bajo el título de Monster, estelarizada por Charlize Theron.

Las "goteras"

El caso de la banda de mujeres masculinicidas "Las goteras" fue bastante conocido por los mexicanos. Se trataba de una banda de mujeres que, haciéndose pasar por prostitutas, enganchaban a sus víctimas en bares y los convencían para llevarlas a algún hotel a sostener relaciones sexuales. Una vez en el lugar, envenenaban a sus clientes mezclando solución para ojos (ciclopentolato) en sus bebidas para posteriormente robar sus pertenencias. Sin embargo, con frecuencia se "les pasaba la mano" en la dosis y terminaban asesinando al supuesto cliente. Algunas cifras hablan de hasta 50 hombres ejecutados con este modus operandi, incluyendo a los luchadores La Parkita y Espectrito Junior.
Tres cerdas masculinicidas
Abuela, madre y cerda cometen masculinicidio

En este blog relatamos el caso de Rubén Romeo Reverte Escalente, asesinado por su novia y la madre y la abuela de aquella. Tras ganarse su confianza, estas tipas hicieron que Rubén sacara seis seguros de vida con sendas aseguradoras a nombre de la más vieja, por un total de 16 millones de pesos (USD1,250,000), los cuales se duplicarían si su muerte era, como lo fue, violenta. El dinero lo utilizarían para viajar por el mundo y adquirir una residencia en Alemania.

Para ver una recopilación de mujeres masculinicidas de actualidad, tan solo de España, clic aquí.

Otros casos

Existen algunos otros fenómenos masculinicidas que he dejado fuera por cuestiones de espacio, tales como los trabajos forzosos, el reclutamiento militar y los trabajos más peligros, así como otros episodios de guerra. Prometo tratarlos en la nota "El masculincidio en la historia 2". No lo hago ahora ya que ya me ha tomado demasiado tiempo escribir esta primera parte, y quisiera tratar otros temas. Aunque no me quejo: he disfrutado (y aprendido) mucho investigando para esta nota.



NEO: Sé lo que intentas hacer.
MORPHEUS: Trato de liberar tu mente, Neo.
Pero yo solo puedo mostrarte la puerta. Eres tu quien la tiene que atravesar...