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Ahora en la India

Justo en el tan cacareado Día Internacional Contra la Violencia de Género, las femicerdas hindúes golpean y humillan públicamente a los usuarios varones del metro:



Este tipo de discriminaciones y humillaciones no se veían desde la década de los 30's - 40's en las que los niños judíos que osaban entrar en los jardines exclusivos para niños arios eran públicamente humillados, y sus padres, encarcelados por permitirles entrar a ellos.

Definitivamente, el verdadero problema social es la violencia que la mujer ejerce, no la que ella sufre.

Usemos el término 'femicerdas'

La palabra machismo no existía en el diccionario hace 50 años. Algunas universitarias de clase alta involucradas en los por entonces de moda partidos de ultra-izquierda que por los años 60 pululaban por la universidad española, la adoptaron de las feministas norteamericanas. La palabra hace alusión a la parte animal del hombre como única realidad del género masculino, negándole expresamente todo valor moral o espiritual por el simple hecho de ser hombre. Un insulto en toda regla. Las feministas americanas adoptaron esta palabra además, como un insulto racista, pues señalaba a los jornaleros mexicanos que trabajaban en las peores condiciones en las plantaciones agrícolas de los Estados Unidos. "Macho" era una palabra extranjera, identificativa de los latinos, animales de brega y fuerza de trabajo sin alma; esclavos, sucios, feos, bajitos y malolientes, en contraste con la clase culta, adinerada, sajona, perfumada, femenina y blanca que componía el grueso del incipiente movimiento feminista que por entonces financiaba la Fundación Ford.

Los estudios de género feministas insisten mucho en el uso del lenguaje y en la necesidad de la equiparación de significados y significantes, además de evitar las connnotaciones sexistas. Es por ello que, no encontrando una palabra ofensiva e insultante similar a "machista" en el diccionario, he estado meditando en la necesidad de encontrar una palabra antónima que aporte justicia e igualdad al debate intersexual. Se ha intentado anteriormente sin éxito con la palabra "feminista"como opuesta a machista, pero las feministas se han apresurado a objetar que el propósito del feminismo es la igualdad y que tan bendito movimiento a favor de los intereses de las mujeres no puede de ninguna considerarse equiparable al machismo, que además no es un movimento liberador sino una actitud opresiva propia del sexo masculino. Un término (el de machista) que denota hasta qué punto se puede demonizar al otro, relegándolo a ser una mera excrecencia genital sin moral, ética ni alma: un machista. Una palabra que en la práctica del maltrato diario que sufren los hombres por parte de las feministas suele ir acompañada del calificativo "cerdo", la recurrente y popular frase femenina que reza "eres un cerdo machista" en su variante íntima o la más universal "todos los hombres son unos cerdos machistas". He estado pensando sin tregua conjurándome a no descansar hasta hallar una palabra que fuera equitativa con el trato que las feministas nos han dado a todos los hombres en general, amparándose en las características particulares de solo algunos pocos. Una palabra que impida que el santo nombre del feminismo se ubique en el mismo apartado en el que se ubica el nombre que el feminismo ha acuñado para todos nosotros los machistas. Y la palabra no se ha hecho mucho de esperar. A fin de cuentas soy un hombre creativo aunque me llamen machista. La palabra antónima es virgen y se llama femicerda. Como machista viene casi siempre acompañado del calificativo cerdo, haremos además economías lingüísticas y nos ahorraremos la necesidad de cualificar a las supuestas líderes de un género que hace ahora cincuenta años nos calificó a todos los hombres de seres sin instintos morales ni espirituales; incultos, miserables indocumentados cuya única personalidad es la que procede de nuestros instintos animales. Cincuenta años de humillación vejatoria han sido suficientes para que la paciencia de algunos de nosotros haya llegado a un límite a partir del cual no vamos a permitir que ninguna ofensa feminista vaya a quedar sin respuesta. Feministas, saludad a vuestro nuevo nombre: FEMICERDAS, el nombre que hace honor al que vosotras acuñasteis para todos los hombres hace ahora cincuenta años: CERDOS MACHISTAS. Finalmente estamos empezando a comprender de qué se trata vuestro camino hacia la EQUIDAD. Mientras no cesen las hostilidades y se nos ofrezca un desagravio público habrá más respuestas de este estilo para estas maltratadoras femicerdas.

Fuente.

Así las cosas, de ahora en adelante este blog adoptará el neologismo "femicerdas" propuesto por Guillermo Tell en sustitución de "feminazis", "cerdas feministas" y "hembristas", y propongo a los lectores que también adopten este término.


Ahora en Argentina

Hace unos días, en Argentina, la diputada Graciela Camaño, presidenta de Asuntos Constitucionales abofeteó impunemente al diputado Carlos Kunkel durante una discusión donde se trataban las denuncias sobre presiones oficiales para apoyar el Presupuesto Nacional 2011.



¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar a estas femicerdas?

En una sociedad civilizada como la argentina, no debería quedar impune esta agresión. De la misma manera en que el diputado Kunkel hubiera sido castigado si él la hubiera abofetedo a ella, así debe ser procesada esta diputadeta de baja estofa. Basta ya de violencia de género femenina.